Somos profesionales experimentados en estimulación eléctrica veterinaria complementada con otras terapias como ejercicios y estiramientos, hidroterapia, masajes o aplicación de frío y calor. Nuestra técnica, equipamiento y sensibilidad hacia nuestros pacientes nos permiten aprovechar los beneficios terapéuticos de las pequeñas corrientes eléctricas para estimular los músculos y tejidos del cuerpo del animal, controlando los diferentes parámetros, como la frecuencia, la amplitud y la duración de los impulsos de forma que éste esté cómodo y seguro y su recuperación sea eficaz.
La estimulación eléctrica puede actuar como un analgésico natural, bloqueando las señales de dolor y aliviando el malestar en perros con dolor crónico o agudo. Esto puede mejorar el confort y la calidad de vida del animal.
La electroterapia puede estimular las contracciones musculares y mejorar la fuerza y activación muscular. Esto es especialmente útil en perros con músculos débiles o atrofiados o en casos de rehabilitación postoperatoria.
Los impulsos eléctricos pueden estimular la dilatación de los vasos sanguíneos y aumentar el flujo sanguíneo en el área tratada. Esto puede favorecer el aporte de oxígeno y nutrientes a los tejidos y promover una mejor cicatrización.
La estimulación eléctrica puede estimular la regeneración tisular en casos de lesiones o traumatismos. Puede mejorar la curación de heridas, acelerar la formación de hueso en fracturas y promover la regeneración de los tejidos afectados.
En los primeros momentos de la estimulación, el perro puede notar una sensación térmica o una ligera vibración en la zona tratada, lo que no debe provocar dolor ni malestar. Por eso es importante que un fisioterapeuta veterinario supervise de cerca al animal durante toda la sesión para controlar su respuesta y realizar los ajustes necesarios para conseguir un nivel de confort óptimo para el animal y una seguridad total, procurando la máxima eficacia del tratamiento.
Antes de la primera visita el responsable del animal deberá hacer llegar el diagnóstico que haya realizado su veterinario y firmar la hoja de información del paciente.
Evaluación del diagnóstico realizado por el veterinario, evaluación funcional del paciente (historia clínica, examen general básico, determinación del grado de dolor, evaluación de la marcha, etc.) y diseño de un programa de rehabilitación a aprobar por el veterinario.
Desarrollo del plan de rehabilitación aprobado por el veterinario, con un examen del animal en cada inicio de sesión para determinar las condiciones en las que se encuentra y personalizar el tratamiento. Se enviarán informes periódicos al veterinario para comentar la evolución del paciente.
La electroestimulación forma parte de tratamientos que suelen requerir varias sesiones para obtener los mejores resultados. Por este motivo, hemos creado packs de sesiones con descuentos especiales para que pueda disfrutar de una terapia continuada y de tarifas asequibles en el proceso.
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